Para
muchos el inicio de los New 52 parecía una patada en los tanates y sin duda
podría considerarse así a estos grandes rasgos, tomando en cuenta las historias
que nos están vendiendo. Pocas han sido las historias realmente loables.
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Jodete Morrison. |
Desde siempre han existido los fans
pre- Crisis, post – Crisis, pre New 52 y New 52. De cada uno hay historias
rescatables pero también verdaderas tomadas de pelo. Y si he decidido
aprovechar este espacio es no para realizar una comparación de historias,
porque sé que cada uno tiene su favorito. Sin embargo, ayer leyendo los números
de Multiversity de Grant Morrison, dije — ¡Basta!. A la mierda pinche peloncito sobre valorado del asco.
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¿En en serio? |
Y
el inicio de todo esto es Grant Morrison, este escritor tuvo su época de éxito
con la laureada Arkham Asylum, que estuvo ilustrada por Dave McKean ( Sandman).
Le dio un nuevo suspiro a la serie de Animal Man, Doom Patrol, y Justice League
of America y no se quedo ahí, en Marvel, hace lo mismo al desempolvar una serie
que empezaba a aburrir X-men, bajo el nombre de New X-men.
Pero
el timo parece empezar con Batman. Muchos estarán de acuerdo conmigo, otros no.
Hay una frase que dicen, a Morrison lo amas o lo odias, no la comparto. Morrison es una mierda que o soportas su hedor o de plano es insoportable.
Cuando se gestaba la era pre New 52,
Morrison era el encargado principal de la serie del murciélago. Recuerdo que
fue por esa época que inicie por documentarme al menos con las historias más
relevantes del cruzado encapotado. Desde Frank Miller con su Año Uno hasta
Mazuchelli, Jeph Loeb, que solo lo logra con Long Hallowen porque Hush es
sinceramente mediocre no así el dibujo de Jim Lee. Y cuando me sentí al día fue
que tome la decisión de empezar a leer la continuidad que mostraba Grant
Morrison y sinceramente termine asqueado. Y es aquí donde esa frase trillada de
lo amas y lo odias, terminó por no tener sentido alguno. Pues mientras que en
los sucesos presentados en Batman R.I.P. en donde Batman ni siquiera muere a
manos de Black Glove, nos mostraba una idea sacada de un hippie de los años 70,
todas las historias, todas la continuidad de Batman realmente ha existido y hay
una palabra que se implantó el propio Bruce hace mucho tiempo, Zur-En-Arrh.
Morrison se valió de rescatar una idea olvidada de este Batman de los 70, como
hace habitualmente al dar vida a Demian o reutilizar personajes casi olvidados.
La historia hasta cierto punto es aceptable, pero ahí no acabo la cosa.
Dada
su popularidad en DC, la gran casa le dio la oportunidad de escribir la
historia aniversario de Crisis en Tierras Infinitas, con su versión: Crisis
Final, en donde los multiversos peligran a manos de Darkseid y uno de los
principales afectados, es Batman. Lo que dio pie a una nueva serie, El regreso
de Bruce Wayne.
A
veces, trato de encontrar el sentido de Morrison para escribir. Supongo que
quería otorgarle al murciélago un aura de misticismo ancestral, una adoración
al mamífero volador remontándonos a diversas épocas y no solo eso, mostrar como
Bruce Wayne, no es solo el disfraz, sino la única persona capaz de hacerse
llamar Batman pese la época que sea y a no contar siempre con sus aparatos
tecnológicos. Pero Batman siendo ¿pirata? ¿Vaquero? No pudo haber sido un Samurai o perteneciente a la Revolución Francesa, la época Victoriana.
Paralelamente,
a esta serie Morrison escribió uno, según yo, el mejor trabajo sobre Batman.
Batman y Robin. Y es que con la ausencia de Bruce Wayne, alguien tenía que
tomar el manto y el más apropiado, el más esperado era sin duda el primer Robin.
Sin dudarlo es uno de los momentos más emotivos el ver transformado a Dick
Grayson, de pasar ser Nightwing a portar el manto de Batman. Ya que ser Batman,
como dije anteriormente, no es solamente utilizar el traje, sino saber
portarlo. Pero Dick Grayson no solo tenía esa labor titánica sino además lograr
hacer equipo con un arrogante y pedante Demian Wayne, entrenado por la Liga de
los Asesinos. La manera en que ambos personajes superan sus dificultades es un
deleite y de lo más recomendable de Morrison.
Luego
de que Batman logra regresar al presente luego de burlar los sucesos de Final
Crisis, de la ecuación anti vida. La gran sorpresa y el gran fiasco fue Batman
Incorporated. Una mala broma. La idea: Bruce Wayne a cargo de su empresa
subsidiando en diversas partes del mundo enmascarados para combatir el crimen.
La seria no solo es tonta, los diálogos, los estereotipos, como Batman bailando
el Tango de la muerte en Argentina, la manera en que Lucius Fox es más bien una
calca de la película de Nolan. Y no solo eso, pese a que había un giro de
artistas en Batman Inc. el más desafortunado de todos es sin duda Chris Burnham, les dejo
algunos bocetos para que se hagan una idea.
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Burnham, porque me dibujas tan mierda. |
Lo más triste es
que al final de esta serie se daba un evento sumamente importante que dejaría
secuelas en la mente de Batman pero que lamentablemente paso sin pena ni gloria
y que quedo reducido a un recuerdo lejano, aunado a eso el terrible trabajo de
Burnham.
Gracias a
Barbathos, Flashpoint vino y en New 52 Scott Snyder fue el encargado de darle
nuevas situaciones al más querido anti héroe del comic. Pensé que Morrison
quedaría lejos de mis lecturas. Pero me equivoque he ahí la razón y casi el
deber de tener que escribir esta reseña. Mostrando muy escuetamente el trabajo
de Grant Morrison de la manera más objetiva posible, dado que como dije no es
un autor que odie, pues de verdad he disfrutado historias suyas. Sin embargo,
ayer entendí algo que dijo uno de mis escritores favoritos: Alan Moore.
Y para conectar esa
idea es necesario viajar y hacer una breve parada en un comic que pocos de
ustedes conocen y que recientemente disfrute, desdeñe desde el primer momento.
Pero que me ha hecho decir nuevamente, que en realidad los comics o novelas graficas
como se les suele llamar ahora, no son cosas exclusivas de niños. La historia
en cuestión es Miracleman, sobre este hay una larga historia que resumiré a
grandes rasgos.
Luego de 20 años
aproximadamente Marvel logró tener los derechos de dicho cómic creado por Mick
Anglo, que en un principio tenía el nombre de Marvelman, por obvias razones
existió una disputa entre Marvel, a la que se agregado posteriormente el
escritor Neil Gaiman y hasta Todd Mcfarlane (Spawn) en una disputa legal por la
posesión del personaje. Al final Neil Gaiman ganó los derechos de Marvelman que
se decidió quedaría llamado como Miracleman.
La historia podría
decirse es una versión inglesa de Superman/Shazam. En donde el periodista Mike
Moran a través de un astrofísico obtiene poderes impresionantes al decir una
palabra “Kimota”.
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All New Miracleman Annual 1 |
La mejor etapa de
este personaje corrió a cargo de Alan Moore, quien le dio un vuelco totalmente,
dándonos una historia adulta y atemporal que leerla aun pasados 20 años sigue
siendo fresca. Desafortunadamente la serie quedo detenida en el número 17, en
el cual Moore se retiró y fue retomada por Neil Gaiman, quien tenía la pretensión
de 3 arcos: Edad de Bronce, Edad de Plata y Edad de Oro, cada uno de seis
números sin embargo, solo se publicó hasta el 24 pese a que el 25 ya estaba
terminado. El personaje quedo olvidado,
y luego de más de 20 años, ha sido vuelto a reeditar y ser publicado. Ahí no
acaba la cosa, Joe Quesada el año pasado anunció la salida de un anual
titulado. All new Miracleman Annual 1, que incluiría dos historias inéditas
escritas en los 80 una de Grant Morrison y dibujada por Joe Quesada y otra por
Peter Milligan y dibujada por Mike Allred. Joe Quesada igual anunció que Neil
Gaiman próximamente escribirá los arcos inconclusos que se planeaba escribir y
que no fueron publicados.
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All New Miracleman Annual 1 |
Y ahora si con este
antecedente, es que se establece la relación entre Morrison y Alan Moore. Sino
han leído un trabajo de Moore, les recomiendo hacerlo, quizás sea necesario
tener una edad específica para entender las implicaciones sociales que tuvieron
obras como V de Vendetta y Watchmen, por decir algo. Moore no solo sabe siempre
como reinventar una historia sino que lo maneja con una crudeza, sofisticación
y planteamiento que sorprende. Lo hizo con Miracleman, lo hizo con Swamp Thing,
y no solo eso aportó ideas a Green Lantern y quién no recuerda la escena donde
el Joker dispara a Barbara Jordon y le toma fotos desnudas en la controversial,
Killing Joke.
Alan Moore se ha
autoproclamado el gran mago del caos y ha aceptado ser un misántropo.
La situación es la
siguiente, a Morrison le piden escribir una historia sobre Miracleman y lo que
sucedió es lo siguiente.
Corría 1984,
Morrison era un joven escritor británico de cómic que adoraba el trabajo de
Moore en V de Vendetta y Miracleman. Según Moore, la primera vez que leyó a su
joven acólito, experto en magia como él, fue en la famosa revista 2000 AD: “Me
dijeron que un joven local era un gran admirador y me pidieron que lo invitara
a cenar. Esa fue mi única relación. Sus cómics parecían un cruce entre el
Capitán Britania y Marvelman, pero eso sería algo de lo que probablemente saldría,
así que lo recomendé a la editora Karen Berger [promotora de Vertigo]“,
explicaba el creador de Watchmen.
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Moore el Misántropo comiquiero |
Pero la versión de Morrison, en el documental
Talking with Gods, era muy diferente: “Recuerdo leer V de Vendetta y pensar que
eso es lo que quería hacer. Así debían ser los cómics. Lo primero que hice al
llegar a Londres fue ir a ver a Dez Skinn, el editor de Warrior [que publicaba
la obra de Moore]. Hablamos de hacer una historia, un boceto de un guion, sobre
Kid Marvelman. Era un gran salto para mí. Entonces, Alan Moore la hizo
desaparecer y dijo que nunca sería publicada. Así comenzó nuestro pequeño
antagonismo, que permanece hasta este día”. Marvel publica ahora su guion
acabado, aunque no pulido, que servía como una especie de prólogo de la gran
batalla entre Kid Marvelman y Mick Moran en Miracleman #15, de Moore.
Un tiempo más tarde, y gracias posiblemente a estas primeras
conversaciones, la revista Warrior propuso a Morrison una oferta
que no podía rechazar: tomar las riendas de Marvelman después de Moore. El
escocés barbudo se había enemistado con todos en la publicación y le quitaron
todos sus encargos. “Me
preguntaron si continuaría esto y pensé que yo era el único que podría heredar
la etapa de Moore de manera correcta. Pero no lo quería hacer sin su permiso,
así que le escribí diciendo: ‘Me han pedido hacer esto, pero obviamente respeto
tu trabajo y no me gustaría estropear nada, pero tampoco quiero que nadie más
lo haga y que lo estropeen ellos’. Así que me contestó con una carta extraña
que comenzaba diciendo: ‘No quiero hablar con los silbidos silenciosos de un
matón de la mafia, pero apártate’. La carta trataba de convencerme para que no
lo hiciera, decía que no podría hacerlo bien, que no era tan popular y que mi
carrera se acabaría de un plumazo. Era bastante amenazador“. Su
historia sobre Johnny Bates quedo en un cajón, Warriorcerró
en febrero de 1985 con el número 26 -que incluía The
Liberators: Night Moves de
Morrison-, aquejado por una bancarrota, y Neil Gaiman tomó las riendas de Miracleman, ya en
las manos de la editorial estadounidense Eclipse. Morrison, por su
parte, promulgó una gran campaña de desprestigio contra Moore, antes de acabar
como uno de los grandes -y más particulares- nombres del cómic estadounidense,
primero como autor independiente y luego como cara visible de DC.
El autor ha descrito aquel personaje en el que se convirtió como uno “joven, rico y que podía atacar a todo
lo que quisiera“, un provocador nato que trató de hacerse conocido
por sus palabras sobre el backstage de los cómics.
Moore por su parte
en una entrevista dada a un blogger anunció decir lo último sobre Morrison.
La
larga entrevista fue realizada por el blogger Pádraig Ó Méalóid, y en ella Moore
toca temas como el probable racismo existente en su Liga
de los Caballeros Extraordinarios y la
violencia sexual en contra de las mujeres que casi siempre está presente en su
obra. Pero con quien fue más duro el autor de Watchmen fue con el escocés Grant Morrison, el
escritor más importante de cómics de la actualidad y al que, en muchos momentos
de su carrera, se ha señalado como el heredero espiritual de Moore.
Moore
describe a Morrison de la siguiente forma:
“Durante
treinta años he tenido que soportar pacientemente la cobarde hostilidad de
alguien que, cuando me tomo la molestia de pensar en él, lo veo como una banda
tributo escocesa.”
A
lo largo de la entrevista el también escritor de Miracle
Man se refiere a
Morrison como “afín al herpes”, “una no-entidad febrilmente obsesionado
conmigo”, “un malcriado hombre de mediana edad profundamente
desagradable” y como “mi propia sanguijuela medicinal del siglo XVIII”,
caracterizándolo como un parásito que utiliza el trabajo de Moore como una
inspiración, pero que nunca se desarrolló más allá de una imitación superficial.
Grant Morrison al recibir la Orden del Imperio británico
Moore
describió su primer y único encuentro con Morrison, ocurrido cuando el escocés
iniciaba su carrera:
“Era
un individuo con hambre de fama, pero sin el talento necesario para satisfacer
sus ambiciones exageradas. Él decidido conectarse a sí mismo con mi nombre,
robando simultáneamente muchos elementos de mi trabajo, y haciendo
declaraciones estudiadamente polémicas acerca de mí en fanzines. Decidí que lo
mejor que podía hacer sobre esa lapa era no hacerle caso, ni a todo lo
relacionado con él.”
En
la entrevista queda claro que a Alan Moore no le cae bien Grant Morrison, a
pesar de que sólo lo ha visto una vez en la vida real, hace décadas.
La conexión está
hecha y debo retomar las palabras de Moore, para que entiendan mi punto. Muchos
atacaron a Moore por sus declaraciones, pero como dije anteriormente él es un
misántropo, como lo fue Nietzsche y Schopenhauer. Y una muestra clara de que
Morrison es una garrapata y utiliza elementos del trabajo de Moore es visible
en su más reciente trabajo: Multiversity.
Yo me acerque a la
obra de Morrison, luego de ser anunciada como la obra cúspide del escritor
manejando la idea de los multiversos. En su número uno a mi me dejo mucho que
desear, sin embargo, fue en su número dos en el que la historia se sitúa en
Tierra 20 en donde existe una versión de la Sociedad de la Justicia de América.
Disfrute muchísimo esta historia así que sin pensarlo espere que llegara el
siguiende número, Pax Americana y posteriormente Thunderworld.
Para comenzar, Pax
Romana en declaraciones del mismo Morrison es un replantamiento de Watchmen
traido a la actualidad en donde los superhéroes quedan en entre dicho por el
asesinato que realiza Peacemaker al presidente de los Estados Unidos. La
historia en si es sosa, y no se puede esperar menos es una copia total de la
obra de Alan Moore tratando de ser condensada en 38 páginas. Algunas viñetas
son incluidas como una calca, y la inclusión de Captain Atomo como el Dr.
Manhatam es de verdad una broma de muy mal gusto que deja un sabor a haber
comido un alimento podrido. Luego de leer Watchmen, leer estas declaraciones no
queda duda del oportunismo de Morrison pero no acaba ahí.
Como si tratara de
dar un golpe con guante blanco Morrison retoma un poco esa disputa de
Miracleman en Thuderworld en donde nos da un vistazo a un universo en donde el
Capitan Marvel es el gran héroe de Ciudad Fawcette y el doctor Sivana (que bien
podría ser Morrison) contacta a todos sus versiones en diversos universos para
detener a Shazam. La historia da ternura, da tristeza da asco y me hace sentir
una impotencia enorme al pensar porque DC y Marvel siguen sacando tanta
porquería. Lo vimos en Marvel con Axis, lo vimos en DC con las primeras
historias de Green Arrow, con Future’s End, Batman Eternal, la nueva Wonder
Woman. Pocas historias se salvan de realmente pasar a la historia. Grant
Morrison necesitaba decirlo, es la muestra clara de escribir por vender,
robando ideas. Una tristeza que por una parte Geoff Johns haya terminado su
etapa en Green Lantern y por otro lado le sigan dando historias a Morrison para que las desmenuce y realice literalmierda. Que sigue, que al grandioso Morrison se le ocurra le idea de mezclar a varios personajes literarios como Harry Potter, Bella de Crepusculo, el Principito, Percy Jackson y Grey ( no Dorian Grey sino el de 50 Sombras de Grey) y pelear contra un lider del Estado Islamico que amenaza la paz mundial, y puede desatar la tercera guerra mundial, todo para darse cuenta que el mismo que los contrato es un agente de la CIA. Por si no entendieron mi chiste, esa es la historia de la Liga de los Hombres Extraordinarios. Me largo.